
martes, 31 de agosto de 2010
miércoles, 14 de julio de 2010
Cuatro añitos
Antonella tiene una cosa que adora en la vida,esa es jugar. Juega todo el tiempo y sino se mantiene ocupada molestando a su hermana mayor Sophía (6 años) y se empeña tanto en andar de un lado a otro saltando, jugando que ni siquiera se permite perder tiempo en otra cosa que no sea esa.

Está en la edad en que habla hasta por los codos y presta mucha atención a las conversaciones de los adultos, es realmente divertido escuchar sus puntos de vista y es imposible no matarte de la risa con las súper conclusiones, con sus pod qué? cada 10 segundos, con sus invitaciones a jugar, sus canciones del dicovery kids, sus historias de princesa, es un personaje ésta enana.
Cuenta los números súper enredados pero ella siempre concentrada convenciendo a los demás de que así son, le encanta que le haga sesiones de belleza ya sea pintarle las uñas, peinarla, cambiar muchas veces la ropa buscando la tenida perfecta, le gusta participar en todo lo que hago: Lavar, escuchar música, escribir, dibujar, estudiar, pintar, salir, sacar fotografías ufff. Es, básicamente dócil pese a sus 4 años. Me derrite cuando me dice ¡heeee! llegó la kuky y me da besos sin parar... esas es mi sobrina.

Está en la edad en que habla hasta por los codos y presta mucha atención a las conversaciones de los adultos, es realmente divertido escuchar sus puntos de vista y es imposible no matarte de la risa con las súper conclusiones, con sus pod qué? cada 10 segundos, con sus invitaciones a jugar, sus canciones del dicovery kids, sus historias de princesa, es un personaje ésta enana.

Un soplido de naturaleza

Hace rato que tenía ganas de escribir en mi blog. La iniciativa la encontré el Lunes por la tarde cuando con mi amiga fuimos a andar en bicicleta, valla viaje, estuvimos tres horas a todo pedal. Había llovido bastante en Viña y el cielo estaba inmensamente limpio, con el sol radiando como nunca. Recorrimos muchos lugares, sacamos fotografía y disfrutamos de la espectacular paisaje que teníamos frente a nosotras.
Mientras pedaleaba, dije: " Por esto es genial vivir en Viña y ésto es algo para apuntar en el blog". Y decidí hacerlo. Ésta ciudad te permite escapar de la rutina en un abrir y cerrar de ojos, hasta en bicicleta, respirar aire puro y meter los pies en el agua. ¡Eso no tiene precio! así que... les invito a disfrutar de esas pequeñas cosas como así también el rico aroma a la tinta del papel donde escribo.
lunes, 29 de marzo de 2010
jueves, 7 de enero de 2010
Paraíso Árido
Llegué e inmediatamente divise ese lindo lugar que se localizaba en mi caminar,
me senté en una pequeña roca de la montaña y comencé a observar todo a mi redor.
Estaba maravillada. Y lo más increible era que mientras más miraba,
parecía que cosas nuevas iban surgiendo y mi horizonte se expandia.
En el comienzo, al observar el paisaje quedé con miedo por ser tan pequeña
en relación a donde yo estaba, pero inmediatamente su belleza natural me tranquilizó.
No veía un fin, aquello parecía infinito.Pero, aún así, estaba deslumbrada.
Era todo tan perfecto, tono sobre tono, relieve irregular, sol con más brillo,
el cielo limpio y azul que me hacía pensar que eso había sido diseñado con tanta
precisión y exactitud.Parecía que allí la naturaleza era más felíz, sin contaminación
ni grandes constucciones.
El sol del fin de la tarde acaricia en mi rostro, dificultando mi visión, mientras el viento
llevaba mi cabello junto a él. Me sentía en las nubes, avistando todo bajo mis pies.
En aquella hora me sentía dueña de todo, a pesar de saber que todo aquello nunca fue ni
nunca será de nadie.
me senté en una pequeña roca de la montaña y comencé a observar todo a mi redor.
Estaba maravillada. Y lo más increible era que mientras más miraba,
parecía que cosas nuevas iban surgiendo y mi horizonte se expandia.
En el comienzo, al observar el paisaje quedé con miedo por ser tan pequeña
en relación a donde yo estaba, pero inmediatamente su belleza natural me tranquilizó.
No veía un fin, aquello parecía infinito.Pero, aún así, estaba deslumbrada.
Era todo tan perfecto, tono sobre tono, relieve irregular, sol con más brillo,
el cielo limpio y azul que me hacía pensar que eso había sido diseñado con tanta
precisión y exactitud.Parecía que allí la naturaleza era más felíz, sin contaminación
ni grandes constucciones.
El sol del fin de la tarde acaricia en mi rostro, dificultando mi visión, mientras el viento
llevaba mi cabello junto a él. Me sentía en las nubes, avistando todo bajo mis pies.
En aquella hora me sentía dueña de todo, a pesar de saber que todo aquello nunca fue ni
nunca será de nadie.
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